¿Qué es la exfoliación?
La exfoliación es un proceso que consiste en eliminar las impurezas y las células muertas que se encuentran en la capa más superficial de la piel.
Con el paso del tiempo, la exposición solar y la polución se van acumulando en nuestro cuerpo y rostro células muertas que impiden que la piel este luminosa y tersa. En consecuencia ésta no podrá absorber todos los nutrientes que le aplicamos y tendremos como resultado un aspecto apagado y deshidratado.
Al llevar a cabo la exfoliación, eliminamos las células muertas, estimulamos la oxigenación celular y conseguimos que los productos que se aplican en la rutina facial se absorban y penetren mejor en nuestra piel, de una manera rápida, consiguiendo una renovación celular y dando un aspecto a la piel más terso, luminoso y saludable.
Tipos de exfoliación
Existen dos tipos de exfoliación, la física y la química.
La exfoliación física:
El exfoliante contiene micropartículas integradas en su fórmula y se activan al generar fricción, con ello eliminamos las células muertas de las capas externas de la piel.
La granulación en este tipo de exfoliantes es a gusto del consumidor, pero es recomendable un granulado intermedio, que no incomode ni llegue a resultar agresivo para las pieles sensibles, aunque lo suficientemente consistente para se consiga el efecto que se pretende.
El beneficio de la exfoliación es visible en cualquier tipo de piel, gracias a la renovación celular.
La exfoliación química:
Es una técnica con substancias químicas que sirve para conseguir extraer las células muertas sin ejercer ningún tipo de fricción.
Estos actúan sobre dos capas de la piel: la dermis y epidermis. Los más conocidos son los Alfa Hidroxiácidos (AHA) y Beta Hidroxiácidos (BHA).
Hay que indicar que los exfoliantes químicos no son aptos para todo tipo de pieles.
¿Con qué frecuencia debo exfoliar la piel?
En relación a los exfoliantes físicos, la regularidad depende de tu tipo de piel y la tipología del exfoliante, pero en la mayoría de los casos se puede realizar hasta tres veces por semana en cuerpo y rostro, tomando como base un exfoliante de granulación media. Para su función resulta suficiente con esta asiduidad, logrando su efecto.
Un uso diario provocaría irritación, distante del efecto deseado.
En la frecuencia de uso de los exfoliantes químicos, habrá que prestar atención a la composición y recomendaciones del fabricante y su concentración de ácidos, es recomendable hacer antes una consulta a un dermatólogo.
En Velandia apostamos por un exfoliante físico que nos acompañe desde el inicio de nuestra andadura en la limpieza de la piel del cuerpo y cara, su coste es económico y su efecto es visible en la piel desde su primera aplicación.
Se trata de un exfoliante de granulación media y está compuesto de roca volcánica. Se elabora artesanamente por saponificación en frío, fundamental para no exponer los ingredientes a fuentes de calor y permite conservar todas sus propiedades originales. Entre sus ingredientes destacan el aceite de semillas de uva, la orquídea, magnolia, granada bio y coco entre otros.
Pasos para realizar una correcta exfoliación
- Limpiamos la piel con agua micelar, jabón artesanal y leche limpiadora.
- Aplicamos el exfoliante (en rostro y cuerpo), siempre evitando las áreas de los ojos y frotamos en círculos.
- Aclaramos el rostro y cuerpo con agua fría, así conseguiremos que los poros se cierren y tendremos un efecto reafirmante sobre nuestra piel.
- Aplicamos los productos de tu rutina facial, hidratación y cuidados específicos, cómo son el sérum, el contorno para ojos y la crema facial.